Alvaro Noboa al Fiscal General del Estado



 

Ecuatoriano, han pasado ya varios días desde las denuncias que salieron en la prensa y en las redes sociales, sobre la sospecha de que la hacienda Clementina fue arbitraria e ilegalmente arrebatada de Grupo Noboa, por llevar a cabo una persecución política durante el gobierno del economista Rafael Correa.

Le pido por lo tanto, al señor Fiscal General del Estado, que tome cartas en el asunto.
Y le pido una vez más, que llame a declarar al economista Rafael Correa, que llame a declarar al señor Gustavo Jalkh, que llame a declarar a los directivos del SRI de esa época: economista Carlos Marx Carrasco, señor Leonardo Orlando Arteaga y señor Juan Miguel Avilés, que formaron parte del equipo, del caso La Clementina.
Ellos trabajan y trabajaban en el SRI, que fue usado, según la opinión de muchos, como una herramienta de persecución política. Imagínense ustedes, usar al SRI como una herramienta de persecución política.

Quiero decirles también a los señores del SRI o a cualquier autoridad que quiera callarme, inventándome nuevos casos o vinculándome ilegalmente a otro, para de esa manera, que yo me inhiba de protestar, que no lo van a lograr.

Yo soy un patriota ecuatoriano, que ha dedicado mi vida a trabajar por mi familia y por el Ecuador.

Por ello, quiero decirles, que estoy dispuesto a continuar hacerlo, aunque me quieran intimidar.

También les quiero contar, que el señor José Sánchez, mi guardaespaldas y amigo, que fue abaleado, ya está en mucha mejor condición y que pronto podrá reintegrarse al trabajo.

Quiero también ecuatorianos, decirles que el país ha heredado una gran crisis causada por el antiguo gobierno. Que el señor presidente Lanín Moreno ha heredado esta crisis y que todos, incluido yo, debemos apoyarlo en estos momentos.

Por ello, acepto la invitación que hizo él pública a todos aquellos de distintos partidos o de distintas ideologías que quieran trabajar por un mejor Ecuador.

Acepto esa invitación y estoy dispuesto a hacerlo voluntaria y gratuitamente, porque soy un patriota y porque lo he hecho durante toda mi vida.

Con esto ecuatorianos, quiero decirles, que es hora de que todos unamos nuestras fuerzas para salvar a nuestro Ecuador, para salvarlo de la pobreza, para salvarlo de las enfermedades, para salvarlo del desempleo, para salvarlo de la delincuencia, para salvarlo del estado de depresión económica y desempleo en que se encuentra.

Trabajemos juntos ecuatorianos, sin pensar en nosotros, con el Ecuador en nuestro corazón.

¡Gloria a Dios!
¡Viva el Ecuador!