Cuatro candidatos estudiaron en el San José La Salle



ALVARO_NOBOA_JOVENManipula con cuidado los “palmareses” o memorias escolares para evitar que se deshojen más. Y enseguida pide a la bibliotecaria de la institución, Teresa de Miño, que los envíe pronto a reempastar.

Mientras recorre con sus dedos las fotografías amarillentas, el hermano Alfonso Armijos, vicerrector del colegio San José La Salle de Guayaquil, habla con nostalgia de cuatro ex alumnos que hoy hacen noticia: son aspirantes a la presidencia de la República.

No fue maestro de todos, pero recuerda perfectamente a los jóvenes Jaime Damerval (CFP), Álvaro Noboa (Prian), Carlos Sagnay de la Bastida (movimiento Ecléctico) y Rafael Correa (Alianza PAÍS), formados entre los muros verdes del centro educativo.

Damerval (cuyo apellido consta en los registros del colegio como D’amerval) pertenece a la promoción 11 que egresó en 1959. Él se graduó de bachiller en Filosófico-Sociales. A ese grupo pertenece, también, el primer mandatario, Alfredo Palacio, aunque este estudió la especialización Químico-Biológicas.

El anuario de su promoción dice de él: “Mecido con el arrullo del Pacífico, creció meditativo, ansioso de saber el porqué y cómo de las cosas; gusta de plantear cuestiones. En la vida, Jaime irá lejos…”.

Noboa se graduó de bachiller Filosófico-Sociales en 1969. Compañeros de promoción fueron Carlos Julio Arosemena Peet, hijo del ex mandatario Carlos Julio Arosemena Monroy; y el concejal Roberto Gilbert Febres-Cordero (este estudió en Qui-Bio).

A diferencia de los otros, el postulante prianista no hizo toda su educación en La Salle. Su padre, el magnate bananero Luis Noboa Naranjo, lo envió a estudiar al exclusivo colegio Le Rosey, en Suiza. Allí compartió las aulas con los herederos Rockefeller.

Sagnay de la Bastida salió del colegio en 1974, como bachiller en Físico-Matemáticas. Con él se graduó el ex gobernador del Guayas y presidente del Banco de Guayaquil, Guillermo Lasso.

Correa pertenece a la promoción 33. Fue bachiller de Físico-Matemáticas en 1981. En el anuario consta su reflexión de despedida: “Con mi vida trataré de agradecer lo que me dio el colegio”.

El hermano Armijos recuerda que “los cuatro fueron buenos alumnos”. Y de hecho en las memorias aparecen en los primeros doce lugares con calificación “sobresaliente”.

Sagnay de la Bastida, sin embargo, fue el mejor de todos. En 1973 fue designado abanderado. Recibió, asimismo, el Oro Lasallano.

Damerval perteneció a la llamada “Academia de Literatura”, un grupo de estudiantes interesados en el periodismo, dirigidos por el hermano Pablo Armijos. Los chicos editaban la revista La Opinión.

Los otros tres pertenecieron al movimiento pastoral encargado del proyecto llamado “Ropero Lasallano”, que consiste en la recolección de ropa y alimentos para repartir en época de Navidad.

Correa también fue líder de grupos de boy scouts.

El hermano Alfonso –quien tiene 52 años en el colegio– recuerda que el aspirante de Alianza PAÍS fue el más inquieto, el más vehemente. Tanto que algunas veces tuvieron que echarlo de la biblioteca porque no dejaba estudiar a sus compañeros.

Fuente: http://www.eluniverso.com/2006/06/19/0001/8/C4EC03F412894714873C96A0FEA0A109.html