Discurso del Ab. Álvaro Noboa en la Misa Navideña de Industrial Molinera



Señoras y señores.

Me siento profundamente orgulloso de liderar las empresas que más empleo generan hoy en el país y que a pesar de todos los ataques de todo tipo: político, de nuestros competidores; a pesar de la gran recesión que hoy en día estamos atravesando tanto en el Ecuador como en el mundo entero, estas empresas siguen dando empleo, siguen produciendo productos que se van al mundo entero, siguen generando mayores puestos de trabajo debido a procesos de expansión como ocurre hoy en día en El Café, que está en un proceso de expansión; como ocurre en las agrícolas que continuamente están creciendo, que ocurre en negocios nuevos que se fundan año a año que siguen engrosando este grupo de empresas.

Estas empresas, la más antigua de ellas seguro tiene más de mi edad. Porque cuando yo nací -tengo ahora 60 años- ya era mi papá un empresario muy importante, y entre estas empresas hay muchas fundadas por él. Y en este mundo tan competitivo, que un grupo de empresas siga vivo por más de 60 años es verdaderamente un acto extraordinario, un acto excepcional que requiere de altos niveles de excelencia, que requiere de mucha persistencia, de inteligencia, de trabajo, de dedicación, de visión. De todo lo que tanto mi padre, como ustedes, y como yo hemos tenido para poder lograr estar vivos y fuertes 60 años o más, después.

Quiero también decirles que, esta tarea, para que sea exitosa, no se la puede sacar a delante con planes a 5, 10, 15, o 20 años. Se la puede sacar adelante haciendo que todas las semanas y todos los días generen riqueza, generen producto, generen calidad, generen eficiencia. Eficiencia que es muy, muy necesaria hoy en día donde existen muchas partes del mundo, el 20% con desempleo, y solo los eficientes son los que están empleados. Sólo las empresas eficientes son las que están abiertas, ya que las otras o han cerrado o han sido tragadas por competidores más grandes como ha ocurrido en muchas áreas de la banca internacional, como ha ocurrido en muchas áreas del área industrial, como ha ocurrido en muchas áreas del comercio.

Junto a Noboa, que es un nombre que hoy en día se lo conoce en el mundo entero, están solo pocas empresas en el mundo Internacional que siguen vivas después de 60 años. Hemos visto como la General Motors ya no está ahí, y era un símbolo de eficiencia, era un símbolo de producción, era un verdadero ejemplo de lo que se llama el espíritu americano. Sin embargo, ya no está ahí. Bancos como Lehman Brothers, ya no están ahí. En el Ecuador, han desaparecido miles de empresas. Muchas más en estos últimos años, donde tenemos los empresarios, un gobierno que en todo sentido, no apoya, al contrario, muchas veces persigue a los que generan producción. Por eso es mucho mérito que parte de ustedes, que, parte de personas que llevan aquí también una gran cantidad de años como Gustavo Negrete. Personas que llevan dos generaciones o tres generaciones aquí como es el caso de Miguel Macías que es nieto del primer ejecutivo que mi padre contrató. Mi padre tenía a él primero, a medio tiempo a él, y luego a medio tiempo al abuelo de Miguel Macías. Y Miguel, Jr. que ya es tercera generación y ya tiene hijos de cuarta generación y pues edad para los nietos; sigue aquí trabajando, generando. Y es eso, ese espíritu de excelencia, ese espíritu de sentirse que esto es de todos nosotros, de que sólo con el gran esfuerzo y la inteligencia de todos nosotros que la vamos a sacar adelante es que lograremos que estas empresas, después de 60 años -que estaré vivo y tendré 120 si Dios me ayuda- que después de 60 años sea algún nieto mío el que esté trabajando junto a sus nietos, y dando este discurso diciendo: “Adelante Noboa, vamos a triunfar, vamos a ganar, vamos a sacar adelante más negocios. A corregir los que están ineficientes a tiempo.”

Falta mucha correción por hacer, inclusive hoy en día, en negocios como el negocio de banano que requiere cada día de mayor eficiencia donde la competencia es brutal. A nivel internacional se requiere cada día de mayor eficiencia. En el negocio de El Café, que felicito a todos sus directivos, a Johnny, a Bernardo y a todos los que hacen El Café que están aquí por el crecimiento que siguen llevando adelante. Por el negocio de Molinera que también ha sido eficiente y ha podido sacar adelante el negocio Poultier, en fin. Los felicito a todos ustedes verdaderamente y no quiero entrar en detalles uno por uno, porque todos ustedes ayudan a que este conglomerado de empresas siga vivo. Si uno está tabla, el otro está ganando, y si otro comienza a perder, enseguida hay que corregir para que comience a ganar. Felicito también a aquellos que han entregado gran parte de su vida aquí como Ernesto Weisson, hay familias enteras que están trabajando aquí, liderando, como es Diógenes Villacís, con su padre, con su hermano. Sylka Sánchez, que tiene también a sus hermanos trabajando aquí, y eso demuestra que es un negocio de familia, un negocio familiar. Y es un negocio que tiene que ser sacado adelante como que fuera propio porque si se va a abajo este negocio, se va a abajo nuestra familia. No solo se va a abajo un negocio, se va a abajo la familia entera.

Espero que las hijas de Johnny, los hijos de Bernardo, los hijos de Diógenes, los hijos de Giannina, los hijos de Nury, y de todas las personas que hacen este gran grupo de empresas; mis sobrinos que son como hijos míos: Leonardo, mi pariente Roberto Ponce, Mauricio Ponce.en fin, aquí hay hijos, padres, hermanos. Como hijos, como padres y como hermanos y eso son ustedes para mí, que Dios los bendiga. Feliz Navidad.