Con Dios; ecuatorianos, mientras se especulaba el por qué en la demora en los escrutinios finales de las últimas elecciones realizadas en el Ecuador el pasado 19 de febrero, yo, Álvaro Noboa, empresario y líder del Partido Adelante Ecuatoriano Adelante, me anticipe tanto en ruedas de prensa como varias intervenciones en redes sociales a señalar las llamadas “inconsistencias” en lo referente a la disposición de escaños en la asamblea por constituirse, señalando mediante un análisis matemático y concreto una grave sospecha de “manipulación” favorecedora a los asambleístas del partido del gobierno y con esto la potencial presencia de un supuesto fraude.
Como víctima de acciones fraudulentas en el pasado, he experimentado en carne propia lo que es el fraude electoral, del cual fui víctima en 1998, donde prácticamente me fue arrebatada la presidencia del Ecuador, existe libros y revisionismo histórico respecto a aquellos. Estas y otras razones me impulsaron a realizar, junto a un grupo seleccionado de investigadores, un concienzudo análisis de lo que se estaba fraguando en la cara misma del electorado. Como bien lo he manifestado, mientras, se sospecha que astutamente se atraía la atención del electorado hacia una, aún demorada resolución con respecto a la segunda vuelta, aparece inesperadamente la publicación de los escaños alcanzados por los asambleístas del gobierno en porcentajes difíciles de dirigir y menos de entender.
Para poner un ejemplo, resulta inconcebible que los candidatos a asambleístas del gobierno hayan superado en porcentajes a su propio candidato (Lenin Moreno), cuando es conocido por todos (a través de varios medios) la baja empatía que estos tenían con el electorado. Al alcanzar mayor porcentaje de votación que su propio candidato es imposible no pensar en estas “inconsistencias” que no dejan de suponer la presencia del fantasma del fraude. Haciendo un análisis comparativo, como hombre de números por excelencia, dejo claro que porcentualmente resulta imposible que además, otros partidos incluyendo aquellos con reconocida ¡dureza de votos! hayan alcanzado incompatibles porcentajes en relación a la reconocida presencia que ellos tienen en el electorado y no hayan sacado ni un asambleísta elegido.
En el caso de AEA(Adelante Ecuatoriano Adelante), que posee más de dos millones de afiliados y de gran aceptación en la ciudadanía a nivel nacional (así lo comprueban las redes sociales) y que debería tener un 20% de todos los votantes, absurdamente, aparece con apenas del 1% de votos en las 24 provincias del País. Lo absurdo es además que en todas las provincias aparece el 1% al 2% mientras que con partidos en cada provincia las porcentajes varían del 1% al 35%, como ha sido siempre la historia política ecuatoriana, cada provincia siempre vota de distinta manera en el Ecuador.
Frente a esta situación de “inconsistencias” donde los números y los datos históricos de elecciones pasadas son los que ponen en duda el proceso seguido para dar unos resultados que, más que sorprender, sientan preocupación en la ciudadanía, les exhorto ecuatorianos siguiendo el debido proceso y con el apoyo a todos los partidos perjudicados, se proceda a abrir las urnas de todo el país, ya que se sospecha de inconsistencias de todo el país y realizar de una forma más transparente el escrutinio de los votos, para aclarar de una vez por todos que está pasando en el Ecuador.
En el caso puntual del partido Adelante Ecuatoriano Adelante, este haciendo uso de todos los recursos disponibles que le da ley, ha presentado sendas impugnaciones ante la autoridad electoral (CNE) dejando clara su inconformidad y preocupación en todos las circunscripciones tanto a nivel nacional como internacional.
Quiero dejar claro, que mi mayor y más importante preocupación está en salvaguardar la integridad del pueblo ecuatoriano y evitar que mediante estas llamadas “inconsistencias” te quiten tu poder de decisión ecuatoriano.
Gloria a Dios, Adelante Ecuatoriano Adelante