Vegoña Lozano Mejuto, ganadora del primer lugar con la fotografía “Semana de Santa Loja (Cofrades de Nuestra Señora de la Esperanza)” , junto a Álvaro Noboa Pontón en la entrega de su premio.
La noche de ayer, 28 de enero, se llevó a cabo la I Bienal Internacional de Fotografía Álvaro Noboa Pontón, realizada por el Museo Luis Noboa Naranjo, en Guayaquil, donde participaron artistas de 37 países. La gala se realizó con éxito; las salas de exposición estuvieron llenas de invitados que pudieron observar algunas de las 200 fotografías enviadas para el concurso. Como apertura del evento, el director del museo, Pablo Martínez, dio la bienvenida. A continuación, el filántropo y empresario, Álvaro Noboa, dio un discurso sobre la importancia de organizar este tipo de eventos y cómo ha influido la fotografía en la sociedad.
“Sin lugar a dudas este es el evento más importante que ha hecho el Museo Luis Noboa Naranjo, porque hemos logrado la participación de los cinco continentes y confirma que la fotografía es un arte muy difícil y complejo al cual todos podemos acceder ya sea estudiándolo o siendo autodidactas”, explicó el abogado Noboa. El primer lugar fue otorgado a Begoña Lozano, quien vino desde Málaga, España, para recibir su premio por su obra titulada: “Semana Santa de Loja”. La fotografía fue tomada en el 2014 cuando realizaba un fotoreportaje sobre dicha tradición religiosa. “Es una foto que en el momento me impactó mucho por la vestimenta, las túnicas, las alpargatas…” explicaba la fotógrafa, de 45 años, cuando se le preguntó por qué había elegido la imagen tomada con una técnica denominada ‘zoom’.
Mientras, el cubano Harold César Ferrer obtuvo el segundo lugar con su obra titulada “Fe”. El artista no pudo venir desde su natal Cuba, pero su premio le será enviado. “Mi favorito es el de los pescadores”, dijo el empresario Giovanni Orlandini, mientras señalaba la fotografía del ecuatoriano Edison Patricio Ruilova, de 54 años, quien ganó el tercer lugar por su obra: “La primera faena del 2015”. Ruilova, quien se formó como fotógrafo autodidacta hace ocho años, cuenta que tomó la fotografía en la playa de San Pedro mientras hacía parapente desde un acantilado.
El museo también dio cinco menciones de honor y un premio a la ecuatoriana, Gina García por la Mejor Fotografía Antigua. La imagen retrataba a un vehículo de transporte urbano de la ciudad de Guayaquil en 1956. Anabella Azín, esposa del abogado Álvaro Noboa, dijo que los organizadores del museo y ella estaban “sorprendidos por la cantidad de fotografías enviadas al concurso, tanto que no hubo espacio para exponerlas todas”.
Para las próximas bienales de fotografía se piensa de algún modo dar más lugar a los salones de exposición debido a la cantidad de obras que se envían, dijo la doctora Azín.