Álvaro Noboa, servidor de Dios y del pueblo del Ecuador:
No he parado de orar en estos últimos días en que el Ecuador está atravesando una crisis moral y económica de las más grandes de la historia, de la cual, lamentablemente, recién estamos en su inicio.
El actual jefe de estado ha sido víctima de grandes fuerzas del mal, yo diría de gente de las más malas del mundo. Traficantes de drogas que han usado al mismo estado del Ecuador, a la misma administración pública, a la misma madre patria para usarla para el mayor mal que atraviesa hoy en día la humanidad y hacerla víctima de la droga.
Hoy en día todas las escuelas del Ecuador son visitadas por pequeños traficantes que trabajan para estas mafias. Y niños de 8, 9, 10 años reciben estas dosis de drogas convirtiéndoles en drogadictos de desde muy pequeña edad. Y cuando los rectores de los colegios no los pueden retirar dicen que por los derechos de los niños ellos tiene derecho a la educación y la misma policía los devuelve al colegio creando un círculo vicioso.
Así se han usado haciendas administradas por el estado para traficar drogas, se han usado valijas diplomáticas para traficar drogas. Se han cambiados jueces en varias ocasiones hasta que por fin liberan a delincuentes en este país.
El economista Rafael Correa, hombre idealista que no es traficante y cuando ganó las elecciones en el 2006 junto a mi, quería el cambio del Ecuador.
Pero hoy en día no es más que una víctima de estas grandes mafias. Esto ha hecho que este joven idealista que quería parecerse al Che Guevara haya cambiado su personalidad totalmente, este joven sacrificado que trabajaba como profesor ganando 400 y 600 dólares tenga dos y tres aviones privados, que cuestan el uno 40 millones y el otro no sé cuánto. Para este joven idealista que vive la vida de multimillonario ya es muy tarde. Ya está a atrapado y en estos 8 años, después de haber recibido 260.000 millones de dólares, el pueblo ecuatoriano sigue empobrecido, y cuanto vamos a los barrios pobres, aunque aparentemente hay mejores sueldos, todavía sigue existiendo la pobreza de siempre y el dinero no alcanza y la gente no tiene como vivir. Y es eso lo que está pasando hoy en día en el Ecuador.
Son los impuestos que cada día suben, suben, y suben, y suben más los mismos que han hecho que la canasta familiar sea hoy en día una de las más caras del mundo. Y son los impuestos lo que los tienen a ustedes pobres, en ese estado de pobreza. No son los ricos los que los tienen pobres, es Correa quien los tiene pobres a ustedes.
Ahora quiere también amenazar a la clase media. A ese hijo de taxista que estudió conmigo en el Colegio San José. Que estudió conmigo en la universidad estatal, ese hijo de obrero que hizo ese esfuerzo para educar a su hijo y convertirlo en clase media. Para que tenga un carro, para que tenga una casa, para que tenga una profesión. Quiere a través de la ley de la herencia volverlo pobre de nuevo. Después que su padre y él se pasaron la vida trabajando. Quiere que apenas se muera quitarle todo y llevárselo al estado para el poder viajar en aviones de 40 millones de dólares.
Eso ya no se puede cambiar y tampoco queremos celebrar su 95 cumpleaños en el poder como lo hizo Fidel Castro. Ni queremos que en la próximas elecciones él se vuelva a reelegir con un 95% de los votos el ganando las elecciones a través del control de poderes.
Por eso le pedimos al economista Correa que antes que haya aquí una guerra civil, que antes que termine este país siendo un país peligroso para la humanidad como fue Panamá con Noriega, como fue Afganistán, que tuvo que ser invadida, que haga un análisis de conciencia y diga: “Yo ya no soy el joven idealista. Y yo como hombre decente voy a ir, si es posible ahora ante las Naciones Unidas delante de todos los presidentes, ante todos ellos le voy a pedir perdón a la humanidad y al pueblo ecuatoriano. Y voy a presentar la renuncia ante Dios y ante le pueblo ecuatoriano”.
Solo de esta manera, limpiando todas estas trincas que se armaron entre asambleístas, tribunales constituciones, cortes y retornando a la verdadera democracia, se podrá traer de nuevo inversionistas a este país. Se podrán traer todos esos dólares que los ecuatorianos han sacado fuera, se podrá devolver la fe que se ha perdido por parte de los ecuatorianos, se podrá decir por fin Salve oh patria sin sentir ningún miedo, sin sentir ningún temor.
El economista Correa pensará por un momento, como ha pasado en esta administración, lo voy a castigar a Noboa, yo soy muy viejo para ser castigado.
Le quiero decir al economista Correa que solo Dios tiene el derecho de castigarme y si Dios decide castigarme como a Job, estoy dispuesto a recibir el castigo de Dios.
Y seguiré amándolo a Dios y al pueblo del Ecuador en la más inmensa pobreza, y seguiré amando a mi familia en la más inmensa pobreza porque nadie, nadie en el mundo me va a quitar el amor a Dios, el amor a mi familia, el amor a los ecuatorianos, a mis seres queridos que es lo más valioso que tiene mi corazón.
¡GLORIA A DIOS Y QUE VIVA EL ECUADOR!
¡ADELANTE ECUADOR, ADELANTE!